Esta ola de mercado no es solo cosa de Bitcoin. Recientemente, el oro físico alcanzó en un momento los 4530 dólares por onza, estableciendo un nuevo máximo histórico, con una ganancia diaria del 1.2%; la plata fue aún más fuerte, subiendo durante cinco días consecutivos y alcanzando por primera vez los 75 dólares por onza, con un máximo de 75.14 dólares. El platino tampoco se quedó atrás, alcanzando un nuevo máximo de 2448.25 dólares por onza, con un aumento aproximado del 170% desde principios de año.

Los analistas del mercado señalan que esta ola de alza desde principios de mes se debe principalmente a dos factores. Uno, la entrada constante de fondos especulativos; y dos, las oportunidades estructurales derivadas del endurecimiento de la liquidez a fin de año. Lo más importante es que las expectativas de una mayor reducción de tasas por parte de la Reserva Federal el próximo año se están fortaleciendo, lo que ha llevado a una depreciación del dólar. Sumado a la escalada de las tensiones geopolíticas y el aumento del sentimiento de refugio, los metales preciosos se han convertido en la opción preferida para los fondos.

De cara al futuro, los analistas en general mantienen una visión optimista. Se espera que el precio del oro en la primera mitad del próximo año se acerque a los 5000 dólares por onza, mientras que la plata podría alcanzar los 90 dólares por onza. En este contexto general, es especialmente importante prestar atención a cómo los cambios en la situación macroeconómica afectan la asignación de activos.