Desde su aparición en 2009, Bitcoin, como la criptomoneda de mayor capitalización, ha experimentado varias rondas espectaculares de ciclos alcistas y bajistas. Cada ciclo ha estado acompañado de saltos de precio sorprendentes y cambios profundos en el mercado; comprender estos patrones es fundamental para entender la dinámica de los ciclos en criptomonedas. Los inversores que siguen de cerca el mercado a menudo pueden encontrar patrones en la historia, especialmente al analizar cómo Bitcoin impulsa los movimientos cíclicos en todo el ecosistema cripto.
¿Qué es exactamente un mercado alcista? La fuerza motriz central del ciclo cripto
El ciclo alcista de Bitcoin se refiere a períodos de crecimiento sostenido y rápido en el precio, generalmente desencadenados por eventos importantes como halving, aumento en la aceptación institucional o cambios regulatorios. Este fenómeno no es casualidad, sino que está profundamente enraizado en el mecanismo de oferta de Bitcoin y en la psicología del mercado.
Desde un punto de vista técnico, herramientas como el índice de fuerza relativa( RSI), medias móviles de 50 y 200 días, pueden captar eficazmente los cambios de impulso. En el ciclo alcista de 2024, el RSI de Bitcoin superó en ocasiones el 70, lo que suele indicar una señal de compra fuerte. Además, la ruptura de niveles clave en las medias móviles suele marcar el inicio de una nueva tendencia alcista.
En el ámbito de datos en cadena, indicadores como aumento en la actividad de carteras, entrada de stablecoins, disminución en las reservas de BTC en exchanges, reflejan acumulación de fondos y un consenso alcista. En 2024, la entrada acumulada en ETF de spot superó los 45 mil millones de dólares, mucho más que en el mismo período en oro ETF, lo que en sí mismo refleja un cambio fundamental en la actitud de las instituciones.
El contexto macroeconómico también es crucial: las políticas de la Reserva Federal, las expectativas de inflación y los riesgos geopolíticos no deben ser ignorados. Cuando los instrumentos financieros tradicionales muestran perspectivas sombrías o el capital busca cobertura contra la inflación, Bitcoin suele ser la opción preferida.
2013: La primera “fiesta” en el mundo cripto
El ciclo alcista de 2013 fue como un crecimiento repentino en la adolescencia, llevando a Bitcoin de un experimento técnico desconocido a un tema de interés público.
Ese año, Bitcoin subió de aproximadamente 145 dólares en mayo a más de 1,200 dólares en diciembre, un aumento del 730%. Detrás de este auge hubo varias fuerzas combinadas:
Cobertura mediática: La extrema volatilidad atrajo cobertura, captando la atención de millones sin conocimientos técnicos
Demanda de refugio financiero: Durante la crisis bancaria en Chipre, los inversores comenzaron a explorar formas descentralizadas de almacenamiento de valor
Promoción de los primeros adoptantes: La pasión de la comunidad técnica impulsó la infraestructura
Sin embargo, esta prosperidad también sufrió su primer golpe. A principios de 2014, Mt. Gox, que manejaba el 70% de las transacciones globales de Bitcoin, fue hackeado y cerró, provocando una caída del precio por debajo de 300 dólares, con una caída superior al 75%. Este evento enseñó profundamente al mercado: la vulnerabilidad de la infraestructura de los activos cripto y la necesidad de gestión de riesgos.
A pesar de ello, este ciclo sentó las bases para que Bitcoin se consolidara como reserva de valor, allanando el camino para desarrollos futuros.
2017: La fiesta minorista y la educación del mercado
El ciclo alcista de 2017 fue muy diferente: los inversores minoristas tomaron el protagonismo.
Bitcoin subió de aproximadamente 1,000 dólares a casi 20,000 dólares en diciembre, un aumento del 1,900%. El volumen diario de operaciones pasó de menos de 200 millones en enero a más de 15 mil millones en diciembre. Las fuerzas detrás de esto incluyeron:
Ola de ICOs: Cientos de nuevos proyectos financiados con tokens atrajeron a inversores minoristas, usando Bitcoin como par de negociación
Mejor accesibilidad a exchanges: Plataformas más fáciles de usar redujeron barreras de entrada
Cobertura mediática: El FOMO se viralizó en redes sociales
Luego, en 2018, la corrección fue igualmente severa: Bitcoin cayó a 3,200 dólares en menos de un año, una caída del 84%. Este ajuste expuso la naturaleza especulativa excesiva y los riesgos de un vacío regulatorio. La prohibición de ICOs y exchanges en China, junto con advertencias de bancos centrales en varios países, afectaron la confianza del mercado.
Este ciclo dejó como legado que Bitcoin pasó de ser un activo de nicho a un tema de discusión masiva, revelando también la vulnerabilidad de los inversores minoristas.
2020-2021: El despertar del capital institucional
A diferencia de los ciclos anteriores, el ciclo de 2020-2021 fue impulsado por la aceptación institucional, reposicionando a Bitcoin como “oro digital”.
El precio subió de unos 8,000 dólares a principios de 2020 a más de 64,000 dólares en abril de 2021, un aumento del 700%. La calidad de este ascenso fue completamente distinta:
Asignación de activos por empresas: MicroStrategy, Square y otras compañías con cotización pública asignaron parte de sus reservas en efectivo a Bitcoin, enviando una señal de confianza
Madurez de derivados: La introducción de futuros (a finales de 2020) y fondos spot facilitó la participación institucional sin necesidad de gestionar directamente la custodia
Contexto macro: La respuesta fiscal sin precedentes ante COVID-19 llevó a los inversores a buscar protección contra la inflación, y la oferta limitada de Bitcoin (máximo 21 millones) encajaba perfectamente
Para 2021, más de 125,000 BTC estaban en manos de empresas públicas, con flujos institucionales superiores a 10 mil millones de dólares.
No obstante, en julio, Bitcoin retrocedió desde máximos a 30,000 dólares (caída del 53%), mostrando que incluso con participación institucional, el mercado mantiene alta volatilidad. Preocupaciones ambientales, presión regulatoria y otros factores actuaron como catalizadores de correcciones.
2024-2025: La era ETF y nuevos paradigmas de mercado
El ciclo actual marca un salto cualitativo: Bitcoin entra oficialmente en el núcleo del sistema financiero tradicional.
Desde aproximadamente 40,000 dólares en principios de 2024, hasta 87,420 dólares en noviembre (actualización de datos: 26 de diciembre de 2025), un aumento del 132%. Pero lo más importante es el cambio cualitativo en el mercado:
Revolución de los ETF spot: En enero de 2024, la SEC aprobó los primeros ETF de Bitcoin en spot, abriendo una puerta enorme. Para noviembre, estos ETF acumularon más de 45 mil millones de dólares en entradas, superando la atracción de fondos en oro ETF en ese período. El fondo IBIT de BlackRock, solo, posee 467,000 BTC, y en total, los ETF spot gestionan más de 100 millones de BTC.
¿Qué significa esto? Que Bitcoin se ha convertido en una opción legítima para la asignación de activos tradicionales: fondos de pensiones, aseguradoras, fondos universitarios y otros inversores conservadores ahora pueden poseer Bitcoin sin violar sus políticas de inversión.
Oferta comprimida y demanda en auge: La cuarta reducción a la mitad en abril de 2024, en este nuevo entorno de demanda, implica que la producción de nuevos bitcoins se reducirá aún más, mientras la demanda sigue creciendo. Empresas como MicroStrategy continúan comprando en masa, acentuando la escasez de liquidez en el mercado.
Cambio en el clima político: La actitud más moderada del nuevo gobierno de EE. UU. respecto a las criptomonedas (incluyendo discusiones sobre Bitcoin como reserva estratégica) contrasta con las políticas restrictivas de administraciones anteriores, lo que reduce la incertidumbre regulatoria a largo plazo.
El futuro del ciclo cripto: cinco direcciones principales
1. La posibilidad de reservas nacionales de Bitcoin
El senador Cynthia Lummis propuso en la “Ley de Bitcoin 2024” que el Tesoro de EE. UU. adquiera hasta un millón de BTC en cinco años. Aunque aún es una propuesta, refleja un cambio en la orientación política.
Bután, a través de su fondo soberano, ya posee más de 13,000 BTC; El Salvador tiene aproximadamente 5,875 BTC. Si esta tendencia se extiende a más países, Bitcoin podría convertirse en “oro digital” en manos de bancos centrales, como ha sido durante décadas el oro.
Este desarrollo crearía una nueva base de demanda, alterando fundamentalmente la dinámica del mercado de Bitcoin.
2. La profundización del mercado de derivados
Con más ETF, opciones y soluciones de custodia, los costos de participación institucional disminuirán aún más. Esto facilitará la entrada de fondos conservadores, pero también puede hacer que el ciclo cripto esté más vinculado a los ciclos macroeconómicos globales.
3. Coordinación regulatoria global
Los países están trabajando en estándares unificados para la regulación de criptoactivos. Normas claras eliminarán incertidumbres a largo plazo, aunque también podrían limitar el ritmo de crecimiento del mercado.
4. Actualizaciones tecnológicas y expansión de aplicaciones
El reinicio del código OP_CAT podría permitir que Bitcoin soporte soluciones Layer-2 y aplicaciones DeFi, transformando su rol de “oro digital” a un activo computable. Esto atraerá fondos en busca de rentabilidad y también introducirá nuevos vectores de riesgo.
5. Interacción entre expectativas de oferta y volatilidad
A medida que se acerca cada halving, el mercado ya anticipa este evento. Esto puede hacer que la volatilidad de los futuros ciclos alcistas sea más suave (porque todos lo esperan) o más pronunciada (si surgen sorpresas).
Cómo aprovechar el próximo ciclo: guía práctica
Para inversores que quieren participar en el ciclo cripto de Bitcoin pero reducir riesgos, aquí hay un marco estructurado de preparación:
Paso 1: Educación básica
Comprender la naturaleza técnica de Bitcoin, su diseño de escasez y los patrones históricos. No es necesario ser ingeniero, pero sí entender por qué el halving impulsa los precios y cómo la demanda institucional cambia el impulso del mercado.
Paso 2: Definir estrategia
Clarificar objetivos — ¿buscas crecimiento a largo plazo o trading a corto plazo? ¿Qué nivel de volatilidad puedes soportar? ¿Qué porcentaje de tu portafolio debería estar en cripto? Estas respuestas guían acciones concretas.
Paso 3: Elegir canales
Optar por ETF spot regulados (si eres inversor tradicional) o plataformas seguras. Lo importante es que tengan protocolos de seguridad robustos, gestión transparente de riesgos y buena liquidez.
Paso 4: Priorizar seguridad
Para grandes cantidades de Bitcoin, las carteras hardware son imprescindibles. Incluso si usas exchanges, activa todas las funciones de seguridad disponibles (autenticación en dos pasos, listas blancas para retiros, etc.).
Paso 5: Mantenerse informado
Seguir el conteo regresivo del halving, flujos en ETF, cambios en las posiciones de grandes instituciones y movimientos regulatorios. Son indicadores clave del avance del ciclo.
Paso 6: Gestión de riesgos
Usar órdenes de stop-loss, evitar apalancamiento en períodos de alta volatilidad y no poner todos los fondos en un solo activo. Bitcoin puede ser un buen activo, pero no el único.
Paso 7: Planificación fiscal
Cada país tiene reglas distintas para impuestos en cripto. Antes de operar, entender la normativa local y mantener registros completos de las transacciones.
La última página del ciclo
Los quince años de Bitcoin muestran que cada ciclo alcista tiene un contexto y fuerzas motrices únicos:
2013: El descubrimiento de Bitcoin
2017: La adopción minorista
2021: La aceptación institucional
2024-25: La integración en el sistema financiero tradicional
Esta evolución no es casual; refleja un proceso inevitable de un activo que pasa de la periferia a la corriente principal.
¿Y cuándo llegará el próximo ciclo? Nadie puede decir la fecha exacta. Pero, basándose en patrones históricos, los puntos clave ya están claros: halving (el próximo en 2028), crecimiento en reservas ETF, movimientos regulatorios y cambios macroeconómicos.
Cuando estos factores se alineen, el próximo ciclo alcista de las criptomonedas comenzará. Prepárate, mantén la racionalidad y sigue aprendiendo: esa es la mejor brújula para navegar en esta clase de activos única.
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Ciclo alcista de Bitcoin y evolución del ciclo de criptomonedas: patrones históricos y orientación de inversión
Desde su aparición en 2009, Bitcoin, como la criptomoneda de mayor capitalización, ha experimentado varias rondas espectaculares de ciclos alcistas y bajistas. Cada ciclo ha estado acompañado de saltos de precio sorprendentes y cambios profundos en el mercado; comprender estos patrones es fundamental para entender la dinámica de los ciclos en criptomonedas. Los inversores que siguen de cerca el mercado a menudo pueden encontrar patrones en la historia, especialmente al analizar cómo Bitcoin impulsa los movimientos cíclicos en todo el ecosistema cripto.
¿Qué es exactamente un mercado alcista? La fuerza motriz central del ciclo cripto
El ciclo alcista de Bitcoin se refiere a períodos de crecimiento sostenido y rápido en el precio, generalmente desencadenados por eventos importantes como halving, aumento en la aceptación institucional o cambios regulatorios. Este fenómeno no es casualidad, sino que está profundamente enraizado en el mecanismo de oferta de Bitcoin y en la psicología del mercado.
Desde un punto de vista técnico, herramientas como el índice de fuerza relativa( RSI), medias móviles de 50 y 200 días, pueden captar eficazmente los cambios de impulso. En el ciclo alcista de 2024, el RSI de Bitcoin superó en ocasiones el 70, lo que suele indicar una señal de compra fuerte. Además, la ruptura de niveles clave en las medias móviles suele marcar el inicio de una nueva tendencia alcista.
En el ámbito de datos en cadena, indicadores como aumento en la actividad de carteras, entrada de stablecoins, disminución en las reservas de BTC en exchanges, reflejan acumulación de fondos y un consenso alcista. En 2024, la entrada acumulada en ETF de spot superó los 45 mil millones de dólares, mucho más que en el mismo período en oro ETF, lo que en sí mismo refleja un cambio fundamental en la actitud de las instituciones.
El contexto macroeconómico también es crucial: las políticas de la Reserva Federal, las expectativas de inflación y los riesgos geopolíticos no deben ser ignorados. Cuando los instrumentos financieros tradicionales muestran perspectivas sombrías o el capital busca cobertura contra la inflación, Bitcoin suele ser la opción preferida.
2013: La primera “fiesta” en el mundo cripto
El ciclo alcista de 2013 fue como un crecimiento repentino en la adolescencia, llevando a Bitcoin de un experimento técnico desconocido a un tema de interés público.
Ese año, Bitcoin subió de aproximadamente 145 dólares en mayo a más de 1,200 dólares en diciembre, un aumento del 730%. Detrás de este auge hubo varias fuerzas combinadas:
Sin embargo, esta prosperidad también sufrió su primer golpe. A principios de 2014, Mt. Gox, que manejaba el 70% de las transacciones globales de Bitcoin, fue hackeado y cerró, provocando una caída del precio por debajo de 300 dólares, con una caída superior al 75%. Este evento enseñó profundamente al mercado: la vulnerabilidad de la infraestructura de los activos cripto y la necesidad de gestión de riesgos.
A pesar de ello, este ciclo sentó las bases para que Bitcoin se consolidara como reserva de valor, allanando el camino para desarrollos futuros.
2017: La fiesta minorista y la educación del mercado
El ciclo alcista de 2017 fue muy diferente: los inversores minoristas tomaron el protagonismo.
Bitcoin subió de aproximadamente 1,000 dólares a casi 20,000 dólares en diciembre, un aumento del 1,900%. El volumen diario de operaciones pasó de menos de 200 millones en enero a más de 15 mil millones en diciembre. Las fuerzas detrás de esto incluyeron:
Luego, en 2018, la corrección fue igualmente severa: Bitcoin cayó a 3,200 dólares en menos de un año, una caída del 84%. Este ajuste expuso la naturaleza especulativa excesiva y los riesgos de un vacío regulatorio. La prohibición de ICOs y exchanges en China, junto con advertencias de bancos centrales en varios países, afectaron la confianza del mercado.
Este ciclo dejó como legado que Bitcoin pasó de ser un activo de nicho a un tema de discusión masiva, revelando también la vulnerabilidad de los inversores minoristas.
2020-2021: El despertar del capital institucional
A diferencia de los ciclos anteriores, el ciclo de 2020-2021 fue impulsado por la aceptación institucional, reposicionando a Bitcoin como “oro digital”.
El precio subió de unos 8,000 dólares a principios de 2020 a más de 64,000 dólares en abril de 2021, un aumento del 700%. La calidad de este ascenso fue completamente distinta:
Para 2021, más de 125,000 BTC estaban en manos de empresas públicas, con flujos institucionales superiores a 10 mil millones de dólares.
No obstante, en julio, Bitcoin retrocedió desde máximos a 30,000 dólares (caída del 53%), mostrando que incluso con participación institucional, el mercado mantiene alta volatilidad. Preocupaciones ambientales, presión regulatoria y otros factores actuaron como catalizadores de correcciones.
2024-2025: La era ETF y nuevos paradigmas de mercado
El ciclo actual marca un salto cualitativo: Bitcoin entra oficialmente en el núcleo del sistema financiero tradicional.
Desde aproximadamente 40,000 dólares en principios de 2024, hasta 87,420 dólares en noviembre (actualización de datos: 26 de diciembre de 2025), un aumento del 132%. Pero lo más importante es el cambio cualitativo en el mercado:
Revolución de los ETF spot: En enero de 2024, la SEC aprobó los primeros ETF de Bitcoin en spot, abriendo una puerta enorme. Para noviembre, estos ETF acumularon más de 45 mil millones de dólares en entradas, superando la atracción de fondos en oro ETF en ese período. El fondo IBIT de BlackRock, solo, posee 467,000 BTC, y en total, los ETF spot gestionan más de 100 millones de BTC.
¿Qué significa esto? Que Bitcoin se ha convertido en una opción legítima para la asignación de activos tradicionales: fondos de pensiones, aseguradoras, fondos universitarios y otros inversores conservadores ahora pueden poseer Bitcoin sin violar sus políticas de inversión.
Oferta comprimida y demanda en auge: La cuarta reducción a la mitad en abril de 2024, en este nuevo entorno de demanda, implica que la producción de nuevos bitcoins se reducirá aún más, mientras la demanda sigue creciendo. Empresas como MicroStrategy continúan comprando en masa, acentuando la escasez de liquidez en el mercado.
Cambio en el clima político: La actitud más moderada del nuevo gobierno de EE. UU. respecto a las criptomonedas (incluyendo discusiones sobre Bitcoin como reserva estratégica) contrasta con las políticas restrictivas de administraciones anteriores, lo que reduce la incertidumbre regulatoria a largo plazo.
El futuro del ciclo cripto: cinco direcciones principales
1. La posibilidad de reservas nacionales de Bitcoin
El senador Cynthia Lummis propuso en la “Ley de Bitcoin 2024” que el Tesoro de EE. UU. adquiera hasta un millón de BTC en cinco años. Aunque aún es una propuesta, refleja un cambio en la orientación política.
Bután, a través de su fondo soberano, ya posee más de 13,000 BTC; El Salvador tiene aproximadamente 5,875 BTC. Si esta tendencia se extiende a más países, Bitcoin podría convertirse en “oro digital” en manos de bancos centrales, como ha sido durante décadas el oro.
Este desarrollo crearía una nueva base de demanda, alterando fundamentalmente la dinámica del mercado de Bitcoin.
2. La profundización del mercado de derivados
Con más ETF, opciones y soluciones de custodia, los costos de participación institucional disminuirán aún más. Esto facilitará la entrada de fondos conservadores, pero también puede hacer que el ciclo cripto esté más vinculado a los ciclos macroeconómicos globales.
3. Coordinación regulatoria global
Los países están trabajando en estándares unificados para la regulación de criptoactivos. Normas claras eliminarán incertidumbres a largo plazo, aunque también podrían limitar el ritmo de crecimiento del mercado.
4. Actualizaciones tecnológicas y expansión de aplicaciones
El reinicio del código OP_CAT podría permitir que Bitcoin soporte soluciones Layer-2 y aplicaciones DeFi, transformando su rol de “oro digital” a un activo computable. Esto atraerá fondos en busca de rentabilidad y también introducirá nuevos vectores de riesgo.
5. Interacción entre expectativas de oferta y volatilidad
A medida que se acerca cada halving, el mercado ya anticipa este evento. Esto puede hacer que la volatilidad de los futuros ciclos alcistas sea más suave (porque todos lo esperan) o más pronunciada (si surgen sorpresas).
Cómo aprovechar el próximo ciclo: guía práctica
Para inversores que quieren participar en el ciclo cripto de Bitcoin pero reducir riesgos, aquí hay un marco estructurado de preparación:
Paso 1: Educación básica
Comprender la naturaleza técnica de Bitcoin, su diseño de escasez y los patrones históricos. No es necesario ser ingeniero, pero sí entender por qué el halving impulsa los precios y cómo la demanda institucional cambia el impulso del mercado.
Paso 2: Definir estrategia
Clarificar objetivos — ¿buscas crecimiento a largo plazo o trading a corto plazo? ¿Qué nivel de volatilidad puedes soportar? ¿Qué porcentaje de tu portafolio debería estar en cripto? Estas respuestas guían acciones concretas.
Paso 3: Elegir canales
Optar por ETF spot regulados (si eres inversor tradicional) o plataformas seguras. Lo importante es que tengan protocolos de seguridad robustos, gestión transparente de riesgos y buena liquidez.
Paso 4: Priorizar seguridad
Para grandes cantidades de Bitcoin, las carteras hardware son imprescindibles. Incluso si usas exchanges, activa todas las funciones de seguridad disponibles (autenticación en dos pasos, listas blancas para retiros, etc.).
Paso 5: Mantenerse informado
Seguir el conteo regresivo del halving, flujos en ETF, cambios en las posiciones de grandes instituciones y movimientos regulatorios. Son indicadores clave del avance del ciclo.
Paso 6: Gestión de riesgos
Usar órdenes de stop-loss, evitar apalancamiento en períodos de alta volatilidad y no poner todos los fondos en un solo activo. Bitcoin puede ser un buen activo, pero no el único.
Paso 7: Planificación fiscal
Cada país tiene reglas distintas para impuestos en cripto. Antes de operar, entender la normativa local y mantener registros completos de las transacciones.
La última página del ciclo
Los quince años de Bitcoin muestran que cada ciclo alcista tiene un contexto y fuerzas motrices únicos:
Esta evolución no es casual; refleja un proceso inevitable de un activo que pasa de la periferia a la corriente principal.
¿Y cuándo llegará el próximo ciclo? Nadie puede decir la fecha exacta. Pero, basándose en patrones históricos, los puntos clave ya están claros: halving (el próximo en 2028), crecimiento en reservas ETF, movimientos regulatorios y cambios macroeconómicos.
Cuando estos factores se alineen, el próximo ciclo alcista de las criptomonedas comenzará. Prepárate, mantén la racionalidad y sigue aprendiendo: esa es la mejor brújula para navegar en esta clase de activos única.