Muchos han experimentado esta sensación de dilema: tener una visión optimista a largo plazo sobre un activo, pero de repente necesitar efectivo. Vender y ver cómo las ganancias posteriores son absorbidas por otros. Mantenerse firme y quedar atrapado en una espera pasiva. ¿Existe alguna forma de obtener ambas cosas?

Esto es precisamente lo que buscan resolver algunos protocolos emergentes de DeFi. Ofrecen un tercer camino: mantener tu exposición al activo, mientras generas stablecoins en la cadena que te permiten usar los fondos sin tener que mover el activo en sí.

La lógica de funcionamiento no es complicada. Depositas como garantía aprobada —criptomonedas, stablecoins o activos del mundo real tokenizados— en una bóveda. Luego, el sistema te permite acuñar stablecoins basadas en esas garantías. De esta forma, no pierdes el potencial de crecimiento de tu posición original y, al mismo tiempo, obtienes fondos líquidos que puedes usar de manera flexible.

Para los poseedores, el atractivo clave radica en la flexibilidad. Sin importar cómo fluctúe el mercado, tu posición principal sigue allí. Cuando necesitas dinero, simplemente acuña stablecoins en lugar de vender en baja. Especialmente en fases de incertidumbre del mercado, este mecanismo puede aliviar eficazmente la presión psicológica de vender en pánico.