A medida que 2026 se acerca rápidamente, pensaba que el mercado simplemente cruzaría un año aburrido, pero en cambio Ethereum ha lanzado una "gran pez" — una caída del 95% en las ventas de los holders a largo plazo. Llevo más de diez años en este mercado y sé muy bien cuán importante es esta señal. Quizá esto sea solo el preludio de una subida en el nuevo año.

Primero, expliquemos la lógica más fundamental. En el mercado de criptomonedas, en esencia, se trata de una pelea de fuerza entre oferta y demanda. Cuando los holders a largo plazo están vendiendo frenéticamente, significa que la mentalidad del mercado se ha desplomado, y una caída es casi segura; pero si dejan de vender o incluso empiezan a acumular silenciosamente, eso indica que la presión de venta ya tocó fondo. Ethereum ahora mismo está en esa situación: el 95% de la presión de venta ha desaparecido, y esa enorme "cola de órdenes de venta" en el mercado prácticamente ha sido eliminada. El escenario restante, naturalmente, será que la demanda comience a tomar el protagonismo.

Veamos también el momento. Estos días de fin de año son la temporada dorada para que las instituciones y grandes fondos preparen el mercado para el próximo año. Normalmente, en esta época, compran en secreto, y cuando el ánimo del nuevo año se calienta, empiezan a subir los precios. La situación actual de Ethereum parece hecha a medida para estos grandes fondos: poca presión de venta en la cadena, gráficos atractivos y expectativas bajistas ya descontadas.

Pero también hay que mantener la racionalidad. La "pared de oferta" alrededor de $3000 todavía hay que vigilarla de cerca; en el pasado, fue el punto de entrada de muchos, y ahora se ha convertido en una zona de resistencia. Sin embargo, con la fuerza actual del mercado, no parece difícil superar esa barrera. Una vez que pase, el objetivo sería $4400, con un aumento aproximado del 40%.