La Ethereum de 2026 será un punto de inflexión. Según la hoja de ruta más reciente, los nodos de validación cambiarán de estrategia: ya no procesarán cada transacción individualmente, sino que verificarán directamente la prueba ZK.

¿Y cómo se entiende esto? En pocas palabras, antes los validadores ejecutaban cada transacción paso a paso, ahora solo necesitan confirmar que la prueba es correcta. ¿Cuál es el beneficio de esto? La carga computacional en los nodos se reduce drásticamente, dejando esas tareas pesadas a los generadores de pruebas especializados.

El plan de implementación se divide en dos pasos:

En 2026, se realizará la primera fase, donde aproximadamente el 10% de los validadores voluntariamente cambiarán al modo de validación ZK, y la red principal comenzará a experimentar la mejora en rendimiento de este nuevo mecanismo.

En 2027, llegará la segunda fase, donde todos los bloques deberán generar una prueba ZK, logrando la ejecución ZK en toda la red.

El objetivo de rendimiento es de 10,000 TPS, suena bien. Pero lo más destacado es que los requisitos de hardware para la validación se reducirán significativamente, ¡incluso un portátil antiguo podrá correr un nodo de validación! ¿Qué significa esto? Más usuarios comunes podrán participar en la operación de nodos, y la descentralización de la red se verá notablemente fortalecida.