Empezó con solo $150 y salió con $980 después de un día de trading. No voy a mentir, esa sensación cuando ves que tu posición realmente está generando beneficios—es diferente.

Obviamente, este tipo de movimiento no sucede en cada sesión, y sí, el apalancamiento funciona en ambos sentidos. Pero momentos como estos te recuerdan por qué la gente sigue esforzándose en este espacio. La emoción de acertar en una operación, la adrenalina cuando gestionas tus posiciones, viendo cómo los gráficos se mueven a tu favor... es adictivo.

Sin embargo, no todos están hechos para esta volatilidad. Tienes que tener estómago para ello, la disciplina para tomar ganancias y, honestamente, la capacidad de aceptar pérdidas sin perder la cabeza. Esa es la verdadera habilidad.

¿Quién más ha tenido esa operación que simplemente hizo su semana?