Trump acaba de soltar una bomba. La destitución de la Gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook fue anunciada como “efectiva de inmediato”, marcando un desafío sin precedentes a décadas de independencia del banco central. Los mercados financieros no lo tomaron bien: los futuros del Nasdaq 100 cayeron un 0,2%, el oro se disparó y el yen se fortaleció mientras los inversores buscaban seguridad.
La matemática detrás de la toma de poder
Aquí es donde se vuelve estratégico. Si se obliga a Cook a salir, Trump gana una oportunidad crucial: una cuarta nominación en la junta le daría control de la junta de la Reserva Federal de siete miembros. Ya ha colocado dos gobernadores durante su primer mandato y recientemente nominó al economista Stephen Miran para un tercer puesto. Una victoria más, y es jaque mate.
Nick Timiraos, del Wall Street Journal, ampliamente respetado como la voz en las comunicaciones de la Reserva Federal, explicó las implicaciones en un análisis reciente. Trump ya ocupa dos asientos en la junta. Asegurar dos más antes de marzo del próximo año, y potencialmente puede comandar una mayoría—suficiente para remodelar todo el sistema de la Fed según su visión.
La crisis constitucional que se avecina
Trump justificó la destitución de Cook citando el Artículo II de la Constitución y la Ley de la Reserva Federal de 1913, alegando “comportamiento fraudulento y potencialmente criminal”. La acusación se centra en documentos hipotecarios donde Cook supuestamente declaró propiedades como residencias principales en varios estados—Michigan y Georgia fueron mencionados específicamente.
Pero aquí está la trampa legal: aunque los presidentes técnicamente pueden destituir a los gobernadores “por causa”, los expertos legales enfatizan que esto requiere evidencia concreta de mala conducta real, no motivación política. La remisión penal existe, sí, pero los tribunales no han confirmado cargos. El Departamento de Justicia solo está investigando—aún no se ha probado nada.
Por qué esto importa históricamente
Nunca un gobernador en funciones de la Reserva Federal ha sido removido por acción presidencial. Incluso enfrentamientos feroces—Johnson contra el presidente de la Reserva Federal William McChesney Martin, la presión de Nixon sobre Arthur Burns—nunca escalaron a destituciones reales. Esto rompe una barrera de 111 años diseñada para mantener la política fuera de la política monetaria.
Claudia Sahm, ex economista de la Reserva Federal y analista principal en New Century Advisors, lo expresó claramente: “Esta es la administración usando todas las herramientas disponibles para tomar el control de la Reserva Federal.”
El impacto inmediato en los mercados
Los mercados están descontando el caos. Los futuros de las acciones cayeron, los activos refugio se dispararon. Los operadores están cubriéndose contra la posibilidad de que el control político de la Fed pueda desestabilizar la política monetaria en sí misma.
Cook, la primera mujer negra en servir en la junta de la Reserva Federal desde que se unió en 2022, está resistiendo. La senadora de Massachusetts Elizabeth Warren condenó la medida de Trump como “ilegal y motivada políticamente”. La batalla acaba de comenzar.
Si Trump tiene éxito aquí, el escenario de Nick Timiraos se vuelve realidad: una junta con mayoría de Trump podría negarse a renombrar a los presidentes regionales de la Reserva Federal, reconfigurando efectivamente la dinámica de votación del FOMC. Eso no es solo política—es una posible crisis constitucional que está remodelando la gobernanza económica de Estados Unidos.
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El juego de poder sin precedentes: la maniobra de Trump para remodelar la Junta de la Reserva Federal
Trump acaba de soltar una bomba. La destitución de la Gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook fue anunciada como “efectiva de inmediato”, marcando un desafío sin precedentes a décadas de independencia del banco central. Los mercados financieros no lo tomaron bien: los futuros del Nasdaq 100 cayeron un 0,2%, el oro se disparó y el yen se fortaleció mientras los inversores buscaban seguridad.
La matemática detrás de la toma de poder
Aquí es donde se vuelve estratégico. Si se obliga a Cook a salir, Trump gana una oportunidad crucial: una cuarta nominación en la junta le daría control de la junta de la Reserva Federal de siete miembros. Ya ha colocado dos gobernadores durante su primer mandato y recientemente nominó al economista Stephen Miran para un tercer puesto. Una victoria más, y es jaque mate.
Nick Timiraos, del Wall Street Journal, ampliamente respetado como la voz en las comunicaciones de la Reserva Federal, explicó las implicaciones en un análisis reciente. Trump ya ocupa dos asientos en la junta. Asegurar dos más antes de marzo del próximo año, y potencialmente puede comandar una mayoría—suficiente para remodelar todo el sistema de la Fed según su visión.
La crisis constitucional que se avecina
Trump justificó la destitución de Cook citando el Artículo II de la Constitución y la Ley de la Reserva Federal de 1913, alegando “comportamiento fraudulento y potencialmente criminal”. La acusación se centra en documentos hipotecarios donde Cook supuestamente declaró propiedades como residencias principales en varios estados—Michigan y Georgia fueron mencionados específicamente.
Pero aquí está la trampa legal: aunque los presidentes técnicamente pueden destituir a los gobernadores “por causa”, los expertos legales enfatizan que esto requiere evidencia concreta de mala conducta real, no motivación política. La remisión penal existe, sí, pero los tribunales no han confirmado cargos. El Departamento de Justicia solo está investigando—aún no se ha probado nada.
Por qué esto importa históricamente
Nunca un gobernador en funciones de la Reserva Federal ha sido removido por acción presidencial. Incluso enfrentamientos feroces—Johnson contra el presidente de la Reserva Federal William McChesney Martin, la presión de Nixon sobre Arthur Burns—nunca escalaron a destituciones reales. Esto rompe una barrera de 111 años diseñada para mantener la política fuera de la política monetaria.
Claudia Sahm, ex economista de la Reserva Federal y analista principal en New Century Advisors, lo expresó claramente: “Esta es la administración usando todas las herramientas disponibles para tomar el control de la Reserva Federal.”
El impacto inmediato en los mercados
Los mercados están descontando el caos. Los futuros de las acciones cayeron, los activos refugio se dispararon. Los operadores están cubriéndose contra la posibilidad de que el control político de la Fed pueda desestabilizar la política monetaria en sí misma.
Cook, la primera mujer negra en servir en la junta de la Reserva Federal desde que se unió en 2022, está resistiendo. La senadora de Massachusetts Elizabeth Warren condenó la medida de Trump como “ilegal y motivada políticamente”. La batalla acaba de comenzar.
Si Trump tiene éxito aquí, el escenario de Nick Timiraos se vuelve realidad: una junta con mayoría de Trump podría negarse a renombrar a los presidentes regionales de la Reserva Federal, reconfigurando efectivamente la dinámica de votación del FOMC. Eso no es solo política—es una posible crisis constitucional que está remodelando la gobernanza económica de Estados Unidos.