Beijing ha optado por mantener estable sus principales tasas de interés a medida que aumentan las presiones económicas de cara a la segunda mitad de 2025. El Banco Popular de China mantuvo la tasa de interés preferencial de préstamos a un año (LPR) en 3,0 por ciento, mientras que la tasa a cinco años se mantuvo en 3,5 por ciento. Estas tasas de referencia, derivadas de las propuestas presentadas por los bancos comerciales al banco central, sirven como puntos de referencia para los préstamos a clientes en todo el país.
El momento de esta decisión refleja una postura cautelosa a pesar de la debilidad económica visible. El PIB del segundo trimestre creció un 5,2 por ciento interanual, por debajo del ritmo del 5,4 por ciento del primer trimestre y sin alcanzar el crecimiento del 5,4 por ciento en ventas minoristas que los economistas habían anticipado para junio. En cambio, las ventas minoristas de junio aumentaron solo un 4,8 por ciento, una desaceleración marcada respecto al aumento del 6,4 por ciento de mayo.
Por qué los responsables de la política mantienen la estabilidad
La tasa de interés preferencial de un año sigue siendo el indicador clave que influye en los préstamos residenciales y comerciales en toda China, mientras que la tasa a cinco años ancla los productos hipotecarios. Los participantes del mercado han debatido si los recortes eran inminentes, pero el estratega de HSBC Frederic Neumann argumentó a CNBC que las reducciones de tasas no tienen una urgencia inmediata. “Con el crecimiento aún por encima del objetivo y las tasas ya bajas, una mayor flexibilización podría ser menos efectiva que la intervención fiscal”, explicó Neumann.
Sugirió que el banco central podría estar reservando munición para una posible escalada de los impactos de los aranceles de EE. UU. en lugar de desplegar herramientas de forma preventiva. Este enfoque permite a Beijing mantener flexibilidad si las presiones comerciales externas se intensifican, mientras que las tendencias deflacionarias persisten a nivel interno.
El riesgo de un precipicio en la demanda
Los analistas de Nomura presentaron una imagen más preocupante en un informe del 9 de julio, advirtiendo que la estabilidad superficial oculta una fragilidad subyacente. Anticipan que la demanda podría erosionarse significativamente en la segunda mitad del año, impulsada por desaceleraciones en las exportaciones relacionadas con la dinámica comercial y la posible inestabilidad en los precios de los activos.
Su escenario prevé que el crecimiento del PIB desacelere hasta aproximadamente un 4,0 por ciento interanual en la segunda mitad, desde aproximadamente un 5,1 por ciento logrado en los primeros seis meses. Esta desaceleración probablemente presionará las finanzas municipales, lo que llevará a Beijing a movilizar nuevas medidas de apoyo fiscal antes de fin de año.
Tras el anuncio, el yuan offshore se mantuvo estable cerca de 7.179 frente al dólar estadounidense, lo que sugiere una reacción limitada del mercado a la decisión de mantener las tasas sin cambios. La pausa en la política refleja la apuesta de Beijing de que mantener las tasas estables mientras se monitorean signos de deterioro representa la postura óptima a corto plazo para el entorno de tasas de interés en China.
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La decisión de la tasa de interés de China señala cautela ante los vientos en contra económicos
Beijing ha optado por mantener estable sus principales tasas de interés a medida que aumentan las presiones económicas de cara a la segunda mitad de 2025. El Banco Popular de China mantuvo la tasa de interés preferencial de préstamos a un año (LPR) en 3,0 por ciento, mientras que la tasa a cinco años se mantuvo en 3,5 por ciento. Estas tasas de referencia, derivadas de las propuestas presentadas por los bancos comerciales al banco central, sirven como puntos de referencia para los préstamos a clientes en todo el país.
El momento de esta decisión refleja una postura cautelosa a pesar de la debilidad económica visible. El PIB del segundo trimestre creció un 5,2 por ciento interanual, por debajo del ritmo del 5,4 por ciento del primer trimestre y sin alcanzar el crecimiento del 5,4 por ciento en ventas minoristas que los economistas habían anticipado para junio. En cambio, las ventas minoristas de junio aumentaron solo un 4,8 por ciento, una desaceleración marcada respecto al aumento del 6,4 por ciento de mayo.
Por qué los responsables de la política mantienen la estabilidad
La tasa de interés preferencial de un año sigue siendo el indicador clave que influye en los préstamos residenciales y comerciales en toda China, mientras que la tasa a cinco años ancla los productos hipotecarios. Los participantes del mercado han debatido si los recortes eran inminentes, pero el estratega de HSBC Frederic Neumann argumentó a CNBC que las reducciones de tasas no tienen una urgencia inmediata. “Con el crecimiento aún por encima del objetivo y las tasas ya bajas, una mayor flexibilización podría ser menos efectiva que la intervención fiscal”, explicó Neumann.
Sugirió que el banco central podría estar reservando munición para una posible escalada de los impactos de los aranceles de EE. UU. en lugar de desplegar herramientas de forma preventiva. Este enfoque permite a Beijing mantener flexibilidad si las presiones comerciales externas se intensifican, mientras que las tendencias deflacionarias persisten a nivel interno.
El riesgo de un precipicio en la demanda
Los analistas de Nomura presentaron una imagen más preocupante en un informe del 9 de julio, advirtiendo que la estabilidad superficial oculta una fragilidad subyacente. Anticipan que la demanda podría erosionarse significativamente en la segunda mitad del año, impulsada por desaceleraciones en las exportaciones relacionadas con la dinámica comercial y la posible inestabilidad en los precios de los activos.
Su escenario prevé que el crecimiento del PIB desacelere hasta aproximadamente un 4,0 por ciento interanual en la segunda mitad, desde aproximadamente un 5,1 por ciento logrado en los primeros seis meses. Esta desaceleración probablemente presionará las finanzas municipales, lo que llevará a Beijing a movilizar nuevas medidas de apoyo fiscal antes de fin de año.
Tras el anuncio, el yuan offshore se mantuvo estable cerca de 7.179 frente al dólar estadounidense, lo que sugiere una reacción limitada del mercado a la decisión de mantener las tasas sin cambios. La pausa en la política refleja la apuesta de Beijing de que mantener las tasas estables mientras se monitorean signos de deterioro representa la postura óptima a corto plazo para el entorno de tasas de interés en China.