La creciente dificultad fiscal en la industria tecnológica de la Unión Europea es cada vez más evidente. Los datos son claros: en 2024, las empresas tecnológicas que cotizan en bolsa en la UE pagaron un total de 32 mil millones de euros en impuestos sobre la renta. ¿Y ese mismo año? Las multas impuestas a las empresas tecnológicas estadounidenses por la UE alcanzaron los 38 mil millones de euros, ¡superando directamente la suma total de impuestos de toda la industria tecnológica de la UE! Lo que es aún más doloroso es que, si gigantes nacionales como SAP deciden trasladarse a Estados Unidos, la UE no solo perderá en impuestos, sino que también sufrirá una hemorragia en todo su ecosistema industrial. Esta desigualdad en la presión regulatoria y las diferencias en el entorno fiscal están impulsando la migración de talento y empresas tecnológicas europeas hacia Estados Unidos.