Los operadores del mercado están valorando recortes agresivos de las tasas de la Reserva Federal ya para septiembre, pero el último análisis de Barclays sugiere que este optimismo podría estar equivocado. El banco argumenta que los datos recientes de empleo en EE. UU. por sí solos no harán que el presidente de la Fed, Jerome Powell, cambie su postura hawkish en política monetaria.
Según la evaluación de Barclays del 15 de agosto, a pesar de la desaceleración en el crecimiento del empleo en julio y de que la tasa de desempleo subió al 4,2 %, el liderazgo de la Fed no muestra indicios de abandonar su enfoque cauteloso respecto a los ajustes de tasas. El propio Powell describió recientemente la política monetaria como “ligeramente restrictiva” mientras calificaba las condiciones del mercado laboral como “resilientes”, una señal de que un mes de cifras de empleo más suaves no provocará un cambio en la política.
La desconexión entre las expectativas del mercado y las intenciones de la Fed es evidente. Los inversores apuestan fuertemente a una posible reducción de tasas en septiembre, pero Barclays ve esto como una ilusión basada en una mala interpretación fundamental de las comunicaciones de la Fed. El escenario base del banco espera solo una reducción modesta de 25 puntos básicos en diciembre—a meses vista—lo que sugiere que cualquier alivio a corto plazo para los prestatarios sigue siendo poco probable.
¿A qué se debe esta divergencia? Los participantes del mercado parecen estar interpretando en exceso la reciente debilidad del empleo como la prueba definitiva para recortes de tasas. En realidad, sostiene Barclays, los funcionarios de la Fed mantienen su postura hawkish porque ven el mercado laboral desde una perspectiva a largo plazo. Los niveles actuales de desempleo y los patrones de crecimiento del empleo, aunque en desaceleración, aún no constituyen el tipo de deterioro que obligaría a un cambio de política de emergencia.
El camino a seguir depende del Simposio Económico de Jackson Hole, donde se espera que los oradores de la Fed aclaren su verdadera posición sobre la economía y la inflación. Barclays estará atento a estos discursos en busca de señales de un cambio de sentimiento. Hasta entonces, el recorte de tasas en septiembre sigue siendo “altamente incierto”, y los inversores que apuesten a una pronta recuperación podrían llevarse una decepción cuando Powell reafirme su postura hawkish en las próximas semanas.
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La perspectiva agresiva de Powell se mantiene firme frente a la suavización del empleo
Los operadores del mercado están valorando recortes agresivos de las tasas de la Reserva Federal ya para septiembre, pero el último análisis de Barclays sugiere que este optimismo podría estar equivocado. El banco argumenta que los datos recientes de empleo en EE. UU. por sí solos no harán que el presidente de la Fed, Jerome Powell, cambie su postura hawkish en política monetaria.
Según la evaluación de Barclays del 15 de agosto, a pesar de la desaceleración en el crecimiento del empleo en julio y de que la tasa de desempleo subió al 4,2 %, el liderazgo de la Fed no muestra indicios de abandonar su enfoque cauteloso respecto a los ajustes de tasas. El propio Powell describió recientemente la política monetaria como “ligeramente restrictiva” mientras calificaba las condiciones del mercado laboral como “resilientes”, una señal de que un mes de cifras de empleo más suaves no provocará un cambio en la política.
La desconexión entre las expectativas del mercado y las intenciones de la Fed es evidente. Los inversores apuestan fuertemente a una posible reducción de tasas en septiembre, pero Barclays ve esto como una ilusión basada en una mala interpretación fundamental de las comunicaciones de la Fed. El escenario base del banco espera solo una reducción modesta de 25 puntos básicos en diciembre—a meses vista—lo que sugiere que cualquier alivio a corto plazo para los prestatarios sigue siendo poco probable.
¿A qué se debe esta divergencia? Los participantes del mercado parecen estar interpretando en exceso la reciente debilidad del empleo como la prueba definitiva para recortes de tasas. En realidad, sostiene Barclays, los funcionarios de la Fed mantienen su postura hawkish porque ven el mercado laboral desde una perspectiva a largo plazo. Los niveles actuales de desempleo y los patrones de crecimiento del empleo, aunque en desaceleración, aún no constituyen el tipo de deterioro que obligaría a un cambio de política de emergencia.
El camino a seguir depende del Simposio Económico de Jackson Hole, donde se espera que los oradores de la Fed aclaren su verdadera posición sobre la economía y la inflación. Barclays estará atento a estos discursos en busca de señales de un cambio de sentimiento. Hasta entonces, el recorte de tasas en septiembre sigue siendo “altamente incierto”, y los inversores que apuesten a una pronta recuperación podrían llevarse una decepción cuando Powell reafirme su postura hawkish en las próximas semanas.