Bobby Kotick, exdirector ejecutivo de Activision Blizzard, compartió en el podcast Grit una historia poco conocida sobre su intento fallido por asegurar los derechos de videojuego de Jurassic Park. Aunque su propuesta fue presentada directamente a Steven Spielberg, la compañía japonesa Konami finalmente se llevó los derechos con una oferta que Kotick no pudo igualar.
Cómo todo comenzó: el conexión con Spielberg
Todo comenzó cuando un abogado cercano a Spielberg, quien formaba parte de la junta de Activision, le comunicó a Kotick que el legendario director de cine era un entusiasta de los videojuegos. El abogado le adelantó que Spielberg buscaba desarrollar un proyecto en este medio y que lo contactaría en primer lugar cuando llegara la oportunidad.
Kotick, visualizando el potencial narrativo de Jurassic Park como experiencia interactiva, decidió actuar rápidamente. Consultó con Michael Crichton, autor del manuscrito original y amigo personal suyo, quien le sugirió negociar directamente con Spielberg, quien poseía los derechos de la franquicia.
Una propuesta memorable en forma de huevo de dinosaurio
El fundador de Activision no escatimó en creatividad para llamar la atención. Preparó un manuscrito detallado del videojuego que imaginaba y lo presentó de manera teatral: colocó el documento dentro de un huevo de dinosaurio y lo empaquetó de forma especial para Spielberg, acompañando todo con llamadas de amigos influyentes que refrendaban la visión de Kotick.
Cuando Kotick habló directamente con Spielberg, el director de Jurassic Park reconoció que era una propuesta sólida y expresó interés en que Activision desarrollara el proyecto. Sin embargo, la negociación se complicó cuando Spielberg buscó maximizar los términos financieros de la licencia.
Konami se adelanta: el final inesperado
La decepción llegó cuando Konami presentó una garantía económica superior que Spielberg no pudo rechazar. A pesar del esfuerzo y la creatividad que Kotick había invertido, la compañía perdió la oportunidad de desarrollar lo que habría sido un título significativo.
El legado de los proyectos cinematográficos: la lección de World of Warcraft
Años después, Kotick reflexionaría sobre las decisiones corporativas difíciles. En sus comentarios posteriores, recordó la película de World of Warcraft de 2016, a la que calificó como una de las peores producciones que había visto. Explicó que aunque Blizzard intentó que el proyecto fuera exitoso, la película consumió recursos críticos y distrajo al equipo de desarrollo.
El contrato para la película ya estaba comprometido antes de la fusión de Activision y Blizzard en 2008, lo que obligó a la compañía a cumplir con sus obligaciones. El impacto fue notable: los equipos dedicaron tiempo al casting y la producción, retrasando expansiones de World of Warcraft y dejando sin actualizar parches importantes. Incluso Chris Metzen, desarrollador clave de Blizzard, resultó agotado por el proyecto.
Aunque se planificó una trilogía de Warcraft, los planes fueron descartados después de que la película no generara el desempeño esperado en taquilla estadounidense. Kotick dejó Activision Blizzard en 2023, tras la adquisición de Microsoft por 68.7 mil millones de dólares, concluyendo treinta y dos años al frente de la compañía.
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La batalla perdida de Bobby Kotick por los derechos de Jurassic Park: cómo Konami le ganó la partida
Bobby Kotick, exdirector ejecutivo de Activision Blizzard, compartió en el podcast Grit una historia poco conocida sobre su intento fallido por asegurar los derechos de videojuego de Jurassic Park. Aunque su propuesta fue presentada directamente a Steven Spielberg, la compañía japonesa Konami finalmente se llevó los derechos con una oferta que Kotick no pudo igualar.
Cómo todo comenzó: el conexión con Spielberg
Todo comenzó cuando un abogado cercano a Spielberg, quien formaba parte de la junta de Activision, le comunicó a Kotick que el legendario director de cine era un entusiasta de los videojuegos. El abogado le adelantó que Spielberg buscaba desarrollar un proyecto en este medio y que lo contactaría en primer lugar cuando llegara la oportunidad.
Kotick, visualizando el potencial narrativo de Jurassic Park como experiencia interactiva, decidió actuar rápidamente. Consultó con Michael Crichton, autor del manuscrito original y amigo personal suyo, quien le sugirió negociar directamente con Spielberg, quien poseía los derechos de la franquicia.
Una propuesta memorable en forma de huevo de dinosaurio
El fundador de Activision no escatimó en creatividad para llamar la atención. Preparó un manuscrito detallado del videojuego que imaginaba y lo presentó de manera teatral: colocó el documento dentro de un huevo de dinosaurio y lo empaquetó de forma especial para Spielberg, acompañando todo con llamadas de amigos influyentes que refrendaban la visión de Kotick.
Cuando Kotick habló directamente con Spielberg, el director de Jurassic Park reconoció que era una propuesta sólida y expresó interés en que Activision desarrollara el proyecto. Sin embargo, la negociación se complicó cuando Spielberg buscó maximizar los términos financieros de la licencia.
Konami se adelanta: el final inesperado
La decepción llegó cuando Konami presentó una garantía económica superior que Spielberg no pudo rechazar. A pesar del esfuerzo y la creatividad que Kotick había invertido, la compañía perdió la oportunidad de desarrollar lo que habría sido un título significativo.
El legado de los proyectos cinematográficos: la lección de World of Warcraft
Años después, Kotick reflexionaría sobre las decisiones corporativas difíciles. En sus comentarios posteriores, recordó la película de World of Warcraft de 2016, a la que calificó como una de las peores producciones que había visto. Explicó que aunque Blizzard intentó que el proyecto fuera exitoso, la película consumió recursos críticos y distrajo al equipo de desarrollo.
El contrato para la película ya estaba comprometido antes de la fusión de Activision y Blizzard en 2008, lo que obligó a la compañía a cumplir con sus obligaciones. El impacto fue notable: los equipos dedicaron tiempo al casting y la producción, retrasando expansiones de World of Warcraft y dejando sin actualizar parches importantes. Incluso Chris Metzen, desarrollador clave de Blizzard, resultó agotado por el proyecto.
Aunque se planificó una trilogía de Warcraft, los planes fueron descartados después de que la película no generara el desempeño esperado en taquilla estadounidense. Kotick dejó Activision Blizzard en 2023, tras la adquisición de Microsoft por 68.7 mil millones de dólares, concluyendo treinta y dos años al frente de la compañía.