Los mercados del crudo están experimentando una calma inusual últimamente. La volatilidad ha desaparecido prácticamente mientras los precios siguen bajando poco a poco, como si los operadores hubieran decidido colectivamente dejar de preocuparse. Este descenso silencioso podría indicar un cambio en los fundamentales o simplemente agotamiento del mercado. En cualquier caso, la falta de dramatismo en el petróleo podría tener efectos en cadena sobre los activos de riesgo si esta tendencia continúa.