TradFi es la abreviatura de Finanzas Tradicionales, que se refiere al sistema financiero existente que incluye bancos de ahorro, préstamos, divisas, entre otros. En 2025, la Ley GENIUS de Estados Unidos permitirá por primera vez que bancos regulados por el gobierno federal posean stablecoins, conectando TradFi con DeFi (finanzas descentralizadas). Instituciones como JPMorgan y Visa ya han ingresado en este campo, marcando un cambio fundamental en el sistema bancario centenario.
¿Qué es TradFi? Las tres principales diferencias con DeFi y CeFi
TradFi es un término común en el ecosistema de blockchain y criptomonedas, utilizado para comparar con los productos y servicios DeFi (finanzas descentralizadas) que operan mediante contratos inteligentes y blockchain. La clave para entender qué es TradFi radica en comprender sus diferencias fundamentales con DeFi. TradFi suele considerarse centralizado, con barreras de entrada más altas, donde los usuarios deben crear cuentas con proveedores de servicios y mantener sus activos en custodia. En cambio, DeFi ofrece servicios descentralizados basados en contratos inteligentes, en los que cualquier persona con una wallet de criptomonedas y fondos suficientes puede participar.
Otro aspecto importante es el mecanismo de seguimiento de la propiedad de activos. En TradFi, los datos de propiedad de activos están concentrados en unas pocas instituciones, como bancos y casas de bolsa, que mantienen registros de las cuentas de los clientes. En DeFi, se utilizan registros distribuidos mantenidos por una comunidad más amplia, creando sistemas de seguimiento de propiedad de activos más transparentes y colaborativos. Esta diferencia determina las disparidades en transparencia, auditoría y control del usuario.
También podemos comparar TradFi con las finanzas centralizadas (CeFi). CeFi ofrece muchos servicios de DeFi, pero los usuarios acceden a ellos a través de exchanges centralizados. En la forma en que los usuarios acceden a los productos, CeFi y TradFi comparten similitudes: los usuarios deben crear cuentas con los proveedores de servicios y mantener sus activos en custodia, como en bancos o instituciones tradicionales.
Comparación rápida de los tres principales sistemas: TradFi, DeFi y CeFi
TradFi (finanzas tradicionales): dominado por bancos, altamente regulado, custodia centralizada, barreras de entrada altas, tiempos de liquidación largos pero alta confianza
DeFi (finanzas descentralizadas): impulsado por contratos inteligentes, sin permisos, autogestión de activos por parte del usuario, liquidación en tiempo real, pero con mayores riesgos tecnológicos
CeFi (finanzas centralizadas): exchanges de criptomonedas, combina servicios DeFi y modelos de custodia TradFi, fácil de usar, pero con riesgo de plataforma
Esta comparación revela la esencia de qué es TradFi: un sistema que depende de entidades centralizadas para facilitar el acceso a servicios, garantizando la liquidación de transacciones y la confianza regulatoria. Los bancos minoristas, de inversión y comerciales son componentes centrales de este sistema. Los bancos centrales (como la Reserva Federal de EE. UU. o el Banco Central Europeo) gestionan la política monetaria, controlan la inflación y estabilizan la economía, mientras que los organismos reguladores (como la SEC en EE. UU.) aseguran el cumplimiento, la transparencia y la protección del inversor.
La Ley GENIUS cambia las reglas del juego en TradFi
La Ley GENIUS (Ley de Innovación Nacional en Monedas Estables de EE. UU.) es clave para entender cómo está evolucionando TradFi. La ley permite por primera vez que bancos y entidades no bancarias reguladas por el gobierno federal posean stablecoins en sus balances, conectando TradFi con DeFi impulsado por blockchain. Este es un punto de inflexión que proporciona la certeza legal y protección al consumidor que TradFi ha demandado durante mucho tiempo.
Las stablecoins son activos criptográficos con una volatilidad muy baja, cuyo valor se mantiene mediante su vinculación 1:1 con activos del mundo real como el dólar estadounidense o el oro. Tether, el mayor emisor de stablecoins, lanza USDT, una stablecoin vinculada al dólar, ampliamente utilizada en múltiples blockchains. Las stablecoins están disponibles las 24 horas, permitiendo transferencias de fondos inmediatas y de bajo costo en todo el mundo a través de diversos canales de pago. Mientras que las transferencias internacionales tradicionales de bancos TradFi pueden tardar días en liquidarse, las stablecoins se liquidan directamente en registros blockchain, lo que significa que son directas, transparentes, completamente auditables y casi instantáneas.
Varias instituciones de renombre en TradFi, como JPMorgan, Bank of America, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Citibank, Barclays y BNP Paribas, ya han ingresado en el campo de las stablecoins. Rubail Virwadkar, director de productos de crecimiento global de Visa, afirmó: «Creemos que, cuando las stablecoins tengan credibilidad, escalabilidad e interoperabilidad, podrán cambiar fundamentalmente la forma en que fluye el dinero a nivel mundial». El respaldo de gigantes de TradFi marca un cambio de actitud en la industria.
Como la primera legislación de este tipo, la Ley GENIUS recibe atención mundial. Reguladores en la Unión Europea, Reino Unido, Singapur y Hong Kong han emitido declaraciones aclarando su postura respecto a las stablecoins. La ley amplía la influencia regulatoria de EE. UU. a nivel internacional y refuerza la posición del dólar en el ámbito financiero digital, dominado por transacciones transnacionales. Esto implica que la definición de qué es TradFi se está expandiendo, dejando atrás solo los negocios bancarios tradicionales y comenzando a integrar tecnología blockchain.
Desafíos tecnológicos en la integración de TradFi y DeFi
Las empresas de TradFi que quieran emitir stablecoins deben contar con la capacidad de soportar blockchain a gran escala. TradFi ha adoptado tradicionalmente modelos de transacción centralizados, donde una entidad almacena y controla los datos. En contraste, las bases de datos blockchain en DeFi son descentralizadas, con datos replicados en múltiples nodos en una red peer-to-peer. En DeFi, la confianza y el control se basan en mecanismos de consenso, donde múltiples «validadores» aprueban transacciones en toda la red. Esto permite transacciones rápidas y sin fricciones, aunque con mayor consumo computacional.
Los bancos que utilizan stablecoins necesitan capacidades de computación de alto rendimiento, almacenamiento rápido y conexiones de baja latencia para soportar blockchain empresarial a gran escala. Cada nodo validante de blockchain controla el acceso a la cadena, y para operar estos nodos en tareas como la validación y sincronización de transacciones, los bancos requieren CPUs multinúcleo de alta frecuencia. Cada nodo también necesita dispositivos de almacenamiento de alta velocidad y gran capacidad para gestionar el crecimiento exponencial de datos. Dado que las stablecoins implican liquidaciones casi en tiempo real, los bancos deben establecer conexiones de red de baja latencia y alto ancho de banda entre sus nodos, socios y proveedores de servicios en su ecosistema.
Los centros de datos gestionados jugarán un papel clave en esta transformación. Estos centros ya proporcionan infraestructura crítica para muchas instituciones de TradFi. Por ello, los centros de datos gestionados son lugares ideales para desplegar soluciones DeFi, ofreciendo redundancia eléctrica, seguridad física, escalabilidad, cumplimiento normativo y conexiones de red privada de alta velocidad.
Visión futura de la integración de TradFi y DeFi
Comprender qué es TradFi no debe limitarse a definiciones pasadas, sino que debe considerar su transformación en curso. En el futuro, es probable que veamos una combinación de las regulaciones de TradFi con la innovación de DeFi, creando un ecosistema financiero equilibrado que fomente la confianza y la accesibilidad. Los bancos centrales (como la Reserva Federal) están investigando tecnologías blockchain, y el interés global en las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) crece día a día.
La Ley GENIUS otorga a las instituciones de TradFi la capacidad de realizar transacciones globales en tiempo real mediante blockchain, reconfigurando el futuro financiero. Otras regiones del mundo ya están tomando nota y podrían seguir pronto. En poco tiempo, las fronteras entre TradFi y DeFi se volverán borrosas. Las instituciones financieras que puedan construir y aprovechar de manera más efectiva esta infraestructura digital serán las líderes en un ecosistema financiero integrado que fusiona TradFi y DeFi.
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¿¿Qué es TradFi?? Todo sobre las diferencias entre bancos y DeFi, la ley GENIUS abre la era de la integración
TradFi es la abreviatura de Finanzas Tradicionales, que se refiere al sistema financiero existente que incluye bancos de ahorro, préstamos, divisas, entre otros. En 2025, la Ley GENIUS de Estados Unidos permitirá por primera vez que bancos regulados por el gobierno federal posean stablecoins, conectando TradFi con DeFi (finanzas descentralizadas). Instituciones como JPMorgan y Visa ya han ingresado en este campo, marcando un cambio fundamental en el sistema bancario centenario.
¿Qué es TradFi? Las tres principales diferencias con DeFi y CeFi
TradFi es un término común en el ecosistema de blockchain y criptomonedas, utilizado para comparar con los productos y servicios DeFi (finanzas descentralizadas) que operan mediante contratos inteligentes y blockchain. La clave para entender qué es TradFi radica en comprender sus diferencias fundamentales con DeFi. TradFi suele considerarse centralizado, con barreras de entrada más altas, donde los usuarios deben crear cuentas con proveedores de servicios y mantener sus activos en custodia. En cambio, DeFi ofrece servicios descentralizados basados en contratos inteligentes, en los que cualquier persona con una wallet de criptomonedas y fondos suficientes puede participar.
Otro aspecto importante es el mecanismo de seguimiento de la propiedad de activos. En TradFi, los datos de propiedad de activos están concentrados en unas pocas instituciones, como bancos y casas de bolsa, que mantienen registros de las cuentas de los clientes. En DeFi, se utilizan registros distribuidos mantenidos por una comunidad más amplia, creando sistemas de seguimiento de propiedad de activos más transparentes y colaborativos. Esta diferencia determina las disparidades en transparencia, auditoría y control del usuario.
También podemos comparar TradFi con las finanzas centralizadas (CeFi). CeFi ofrece muchos servicios de DeFi, pero los usuarios acceden a ellos a través de exchanges centralizados. En la forma en que los usuarios acceden a los productos, CeFi y TradFi comparten similitudes: los usuarios deben crear cuentas con los proveedores de servicios y mantener sus activos en custodia, como en bancos o instituciones tradicionales.
Comparación rápida de los tres principales sistemas: TradFi, DeFi y CeFi
TradFi (finanzas tradicionales): dominado por bancos, altamente regulado, custodia centralizada, barreras de entrada altas, tiempos de liquidación largos pero alta confianza
DeFi (finanzas descentralizadas): impulsado por contratos inteligentes, sin permisos, autogestión de activos por parte del usuario, liquidación en tiempo real, pero con mayores riesgos tecnológicos
CeFi (finanzas centralizadas): exchanges de criptomonedas, combina servicios DeFi y modelos de custodia TradFi, fácil de usar, pero con riesgo de plataforma
Esta comparación revela la esencia de qué es TradFi: un sistema que depende de entidades centralizadas para facilitar el acceso a servicios, garantizando la liquidación de transacciones y la confianza regulatoria. Los bancos minoristas, de inversión y comerciales son componentes centrales de este sistema. Los bancos centrales (como la Reserva Federal de EE. UU. o el Banco Central Europeo) gestionan la política monetaria, controlan la inflación y estabilizan la economía, mientras que los organismos reguladores (como la SEC en EE. UU.) aseguran el cumplimiento, la transparencia y la protección del inversor.
La Ley GENIUS cambia las reglas del juego en TradFi
La Ley GENIUS (Ley de Innovación Nacional en Monedas Estables de EE. UU.) es clave para entender cómo está evolucionando TradFi. La ley permite por primera vez que bancos y entidades no bancarias reguladas por el gobierno federal posean stablecoins en sus balances, conectando TradFi con DeFi impulsado por blockchain. Este es un punto de inflexión que proporciona la certeza legal y protección al consumidor que TradFi ha demandado durante mucho tiempo.
Las stablecoins son activos criptográficos con una volatilidad muy baja, cuyo valor se mantiene mediante su vinculación 1:1 con activos del mundo real como el dólar estadounidense o el oro. Tether, el mayor emisor de stablecoins, lanza USDT, una stablecoin vinculada al dólar, ampliamente utilizada en múltiples blockchains. Las stablecoins están disponibles las 24 horas, permitiendo transferencias de fondos inmediatas y de bajo costo en todo el mundo a través de diversos canales de pago. Mientras que las transferencias internacionales tradicionales de bancos TradFi pueden tardar días en liquidarse, las stablecoins se liquidan directamente en registros blockchain, lo que significa que son directas, transparentes, completamente auditables y casi instantáneas.
Varias instituciones de renombre en TradFi, como JPMorgan, Bank of America, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Citibank, Barclays y BNP Paribas, ya han ingresado en el campo de las stablecoins. Rubail Virwadkar, director de productos de crecimiento global de Visa, afirmó: «Creemos que, cuando las stablecoins tengan credibilidad, escalabilidad e interoperabilidad, podrán cambiar fundamentalmente la forma en que fluye el dinero a nivel mundial». El respaldo de gigantes de TradFi marca un cambio de actitud en la industria.
Como la primera legislación de este tipo, la Ley GENIUS recibe atención mundial. Reguladores en la Unión Europea, Reino Unido, Singapur y Hong Kong han emitido declaraciones aclarando su postura respecto a las stablecoins. La ley amplía la influencia regulatoria de EE. UU. a nivel internacional y refuerza la posición del dólar en el ámbito financiero digital, dominado por transacciones transnacionales. Esto implica que la definición de qué es TradFi se está expandiendo, dejando atrás solo los negocios bancarios tradicionales y comenzando a integrar tecnología blockchain.
Desafíos tecnológicos en la integración de TradFi y DeFi
Las empresas de TradFi que quieran emitir stablecoins deben contar con la capacidad de soportar blockchain a gran escala. TradFi ha adoptado tradicionalmente modelos de transacción centralizados, donde una entidad almacena y controla los datos. En contraste, las bases de datos blockchain en DeFi son descentralizadas, con datos replicados en múltiples nodos en una red peer-to-peer. En DeFi, la confianza y el control se basan en mecanismos de consenso, donde múltiples «validadores» aprueban transacciones en toda la red. Esto permite transacciones rápidas y sin fricciones, aunque con mayor consumo computacional.
Los bancos que utilizan stablecoins necesitan capacidades de computación de alto rendimiento, almacenamiento rápido y conexiones de baja latencia para soportar blockchain empresarial a gran escala. Cada nodo validante de blockchain controla el acceso a la cadena, y para operar estos nodos en tareas como la validación y sincronización de transacciones, los bancos requieren CPUs multinúcleo de alta frecuencia. Cada nodo también necesita dispositivos de almacenamiento de alta velocidad y gran capacidad para gestionar el crecimiento exponencial de datos. Dado que las stablecoins implican liquidaciones casi en tiempo real, los bancos deben establecer conexiones de red de baja latencia y alto ancho de banda entre sus nodos, socios y proveedores de servicios en su ecosistema.
Los centros de datos gestionados jugarán un papel clave en esta transformación. Estos centros ya proporcionan infraestructura crítica para muchas instituciones de TradFi. Por ello, los centros de datos gestionados son lugares ideales para desplegar soluciones DeFi, ofreciendo redundancia eléctrica, seguridad física, escalabilidad, cumplimiento normativo y conexiones de red privada de alta velocidad.
Visión futura de la integración de TradFi y DeFi
Comprender qué es TradFi no debe limitarse a definiciones pasadas, sino que debe considerar su transformación en curso. En el futuro, es probable que veamos una combinación de las regulaciones de TradFi con la innovación de DeFi, creando un ecosistema financiero equilibrado que fomente la confianza y la accesibilidad. Los bancos centrales (como la Reserva Federal) están investigando tecnologías blockchain, y el interés global en las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) crece día a día.
La Ley GENIUS otorga a las instituciones de TradFi la capacidad de realizar transacciones globales en tiempo real mediante blockchain, reconfigurando el futuro financiero. Otras regiones del mundo ya están tomando nota y podrían seguir pronto. En poco tiempo, las fronteras entre TradFi y DeFi se volverán borrosas. Las instituciones financieras que puedan construir y aprovechar de manera más efectiva esta infraestructura digital serán las líderes en un ecosistema financiero integrado que fusiona TradFi y DeFi.