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La teoría de las ondas de Elliott, ideada por Ralph Nelson Elliott en los 30, es una herramienta fascinante para el análisis de mercados financieros. Patrones de precios que se repiten, como olas en el mar. Curiosamente, se basa en 5 ondas que siguen la tendencia principal y 3 que van en contra.
Hay dos tipos de ondas: las motrices y las correctivas. Las primeras siguen la corriente, las otras nadan contra ella. Parece que tienen alguna conexión con los números de Fibonacci, aunque no está del todo claro cómo funciona exactamente.
Tiene sus ventajas. Puede predecir tendencias y ayudar a encontrar buenos momentos para entrar al mercado. Pero ojo, no es perfecto. A veces es difícil saber dónde empieza y termina cada onda. Y requiere cierta interpretación personal.
En el mundo cripto, las ondas de Elliott pueden ser útiles para ver movimientos a largo plazo. Niveles clave, puntos de giro. Pero no hay que fiarse solo de esto. Mejor combinarlo con otras técnicas.
Es una herramienta poderosa, sí. Pero en el trading de criptomonedas, conviene usarla junto con otros factores. Así se maximiza su eficacia. O eso dicen los expertos. En el fascinante universo de las inversiones, Apple y Microsoft brillan como estrellas. Dos titanes tech, cada uno con su encanto único.
Apple, siempre innovando. Sus productos, casi mágicos. Microsoft, rey del software empresarial. La nube, su nuevo reino.
Echemos un vistazo al pasado. Netflix y Nvidia, casos de locos. Mil dólares en Netflix allá por 2004... ¡Boom! Más de 600 mil. Y Nvidia, ni te cuento. Un millón y pico desde 2005. Increíble, ¿no?
El mercado es un torbellino. Pero estas empresas, resistentes como rocas. Se adaptan. Crecen. La IA y la realidad aumentada, parece que son el futuro. Podrían dar otro empujón.
Ojo, el pasado no lo es todo. Pero la historia de estas empresas... impresionante. Para los pacientes, podría haber oro. Infórmate bien. Diversifica. Y quién sabe, igual te llevas una sorpresa. Philippe Laffont, el multimillonario de Coatue Management, ha estado moviendo fichas. Vendió acciones de Meta Platforms, la estrella de la IA que brilla más que el S&P 500 este año. Curiosamente, apostó fuerte por The Trade Desk, el patito feo del índice.
Meta, dueña de las redes que todos usamos, va viento en popa. Sus números son impresionantes. Ingresos por las nubes, ganancias que se disparan. La IA parece ser su varita mágica. Zuckerberg dice que la gente pasa más tiempo en Facebook e Instagram. Magia pura.
Los expertos ven un futuro brillante para Meta. Sus acciones no parecen caras, pero quién sabe.
The Trade Desk, en cambio, no la está pasando tan bien. Sus resultados fueron... meh. El crecimiento se desaceleró. Aun así, Wall Street cree que mejorará.
Su valoración es alta, pero es la más baja en años. Interesante, ¿no?
Laffont parece ir contra corriente. Vende lo que sube, compra lo que baja. Una estrategia arriesgada, tal vez. O quizás ve algo que los demás no. El tiempo dirá. Malibu Boats dio un salto impresionante en el cuarto trimestre de 2025. Ventas netas subieron 30,4% a $207 millones. Más unidades vendidas, precios más altos. Ganancias por acción ajustadas pasaron a $0,42, antes estaban en rojo.
El segmento Malibu explotó. Ventas netas aumentaron 114%, unidades 78,7%. Precio promedio subió a $169,565. Parece que la gente quiere lujo en sus botes.
Pero no todo brilló. Cobalt y Saltwater Fishing vendieron menos unidades. Eso sí, las ventas subieron un poco por precios más altos.
La empresa sacó 11 modelos nuevos para 2026. Motores Monsoon potentes y botes Axis para principiantes. Quieren atraer a todos, ricos y novatos.
El trimestre fue bueno, pero la empresa no es muy optimista para 2026. Ventas planas o bajando un poco, márgenes más ajustados. No parece que esperen que el mercado de botes se recupere pronto.
En fin, el último trimestre fue una sorpresa positiva, pero el futuro es medio borroso para Malibu Boats. Los que invierten estarán mirando de cerca cómo se mueve la demanda y qué piden los concesionarios.